Vistas que quitan el aliento

El hotel Bellevue te sorprende con unas vistas increíbles de los Alpes. La atención del personal es excelente, siempre dispuestos a ayudar y hacerte sentir como en casa. A pesar de su sencillez, el ambiente es acogedor y perfecto para relajarse después de un día de exploración. Además, el desayuno continental es simple pero abundante y agradable.

Sin embargo, las habitaciones son un poco oscuras por la noche y carecen de ciertos detalles modernos. La conexión Wi-Fi en algunas áreas era un poco débil, lo que fue algo frustrante.

La vista desde el balcón era impresionante y el desayuno, aunque simple, fue muy abundante. El gesto de preparar una cena improvisada fue un toque excepcional que hizo que mi estancia fuera inolvidable.

Habitación amplia con vistas de ensueño y entorno pacífico. La ubicación es perfecta para visitar Montblanc y hacer senderismo. ¡Ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza!

La decoración parece un poco anclada en el pasado, pero al menos no se me acercó un fantasma.

La habitación muy amplia con un balcón que ofrecía vistas maravillosas. El ambiente era silencioso, perfecto para descansar después de un día explorando. La ubicación del hotel facilita visitar Montblanc y otras rutas de montañas, además el desayuno fue bueno y abundante.

Wi-Fi lento

La habitación era amplia, con un balcón que ofrecía vistas impresionantes. El ambiente era tranquilo, ideal para descansar después de un día explorando. Además, el trato del personal fue excepcional, te hacen sentir como en casa.

Todo ha sido excepcional.

Habitación amplia y cómoda, pero la wi-fi en áreas públicas lenta.

increíble atención personalizada y un desayuno nutritivo que no olvidarás pronto

El Bellevue es un lugar maravilloso para disfrutar de las impresionantes vistas, con un desayuno que es más que suficiente para comenzar el día. La atención de la pareja que lo atiende es excepcional, siempre dispuestos a ayudarte.

Qué manjar son los sándwiches que sirven! Tanto calientes como fríos, son una delicia que te hará querer volver por más. Además, la habitación era tan amplia y cómoda, con un balcón donde disfrutar de esas vistas increíbles. El ambiente silencioso ideal para descansar después de un día de exploración fue la guinda del pastel.

La única pega fue que algunas áreas tenían una conexión Wi-Fi un poco floja, pero bueno, eso no impidió que disfrutáramos a tope. ¡Ayse tiene tanto que ofrecer que te olvidas de internet!